domingo, 19 de julio de 2009

PAPEL DEL DOCENTE EN LA ENSEÑANZA DE HISTORIA UNIVERSAL


El docente debe concebir que la enzeñanza de la Historia Universal más allá de memorizar fechas y acontecimientos, debe centrarse en la acción de transmitir, proponer y difundir un conocimiento que al ser asimilado, dará como resultado un aprendizaje significativo, como un acto en el que tanto el alumno como el docente se involucren activamente, además de incentivar al alumno a interpretar y ubicar los episodios locales e internacionales en un tiempo y espacio determinado, por medio de la reflexión, el cuestionamiento y el debate sobre los problemas humanos y sus efectos en el acontecer histórico actual.En de vital importancia que el docente permita a sus estudiantes detectar la complejidad causal de los acontecimientos históricos, valorando el papel que puede desempeñar la responsabilidad individual, apreciando las diferencias entre el punto de vista de la época a estudiar y el que propoprciona la perspectiva temporal.Por otra parte es necesario que se tenga en cuenta que el diálogo profesor-alumno es esencial, el educador debe entender al alumno como persona y tener en cuenta que éste tiene una dimensión superior al de simple estudiante,lo cual le permita crear una relación adecuada y a su vez impartir de forma efectiva la cátedra lo cual conduzca al logro de los objetivos.

¿POR QUÉ LOS ESTUDIANTES ABORRECEN LA HISTORIA UNIVERSAL?


La tradicional concepción de la historia universal,se ha entendido como la narración de los hechos más importantes a través del tiempo y el espacio. De esta manera la enseñanaza de la historia se convierte en un aburrido y simple relato de los acontecimientos por parte del docente, y el estudiante se convierte en un receptor pasivo de conocimientos lo cual hace que la Cátedra de Historia Universal se muestre como un tema aburrido que despierta poco interés por parte de los estudiantes, en considerasión a lo antes expuesto es necesario que los docentes consideren a los estudiantes como sujetos de aprendizajes y no como objetos del mismo, la educación debe ir más allá de la memorización de acontecimientos y fechas, los estudiantes necesitan tener un sentido claro de porque aprender historia universal lo cual le permita mostrar interés por esta cátedra.

domingo, 28 de junio de 2009

¿POR QUÉ ES IMPORTANTE ESTUDIAR HISTORIA?

La historia, como memoria social, debe ser estudiada y analizada detenidamente no únicamente por historiadores o científicos, sino como una forma de aprendizaje de los actos individuales que tienen repercusiones sociales.
Debe ser estudiada como una forma de sensibilización hacia nuestra vida y hacia la de los demás, una forma de respeto a nosotros mismos como civilización y hacia la materia misma.El estudio de la historia es una indagación sobre el significado de la vida individual y colectiva de los seres humanos en el transcurso del tiempo. Hasta el momento no se ha encontrado otra guía mejor para adentrarse en la complejidad de la existencia humana que este arte, inventado en los albores de la humanidad.Dotar a un pueblo de un pasado común y fundar en ese origen remoto una identidad colectiva, es quizá la más antigua y la más constante función social de la historia. La inquisición histórica nos abre al reconocimiento del otro y, en esa medida, nos hace partícipes de experiencias no vividas pero con las cuales nos identificamos y formamos nuestra idea de la pluralidad de la aventura humana.

LA PREHISTORIA


Es el periodo de tiempo transcurrido desde la aparición del primer ser humano hasta la invención de la escritura, hace más de 5.000 años (aproximadamente en el año 3.000 A.C) o, según otros autores, la aparición del estado. Podemos definir Prehistoria como el periodo de tiempo previo a la Historia, transcurrido desde el inicio de la evolución humana hasta la aparición de los primeros testimonios escritos.
La importacia de la escritura como frontera entre la Prehistoria y la Historia, está en que sólo a tavés de los testimonios escritos, podemos conocer con certeza acontecimientos, hechos y creencias de aquellas personas que vivieron antes que nosotros.
Al no existir el testimonio escrito, la arqueología se convierte en el único medio para reconstruir los sucesos de la prehistoria, a través del estudio de los restos materiales dejados por los pueblos del pasado: sus zonas de residencia, sus utensilios, así como sus grandes monumentos y sus obras de arte.

LA EDAD ANTIGUA

Es la época histórica que coincide con el surgimiento y desarrollo de las primeras civilizaciones o civilizaciones antiguas.
El concepto más tradicional de Historia Antigua presta atención al descubrimiento de la escritura, que convencionalmente la historiografía ha considerado el hito que permite marcar el final de la Prehistoria y el comienzo de la Historia, dada la primacía que otorga a las fuentes escritas frente a la cultura material, que estudia con su propio método la Arqueología. Otras orientaciones procuran atender al sistema social o el nivel técnico. .Recientemente, los estuidos de genética de poblaciones basados en distintas técnicas de análisis comparativo de ADN y los estudios de antropología lingüística están llegando a reconstruir de un modo cada vez más preciso las migraciones antiguas y su herencia en las poblaciones actuales.
1 Sea cual fuere el criterio empleado, coincide que en tiempo y lugar unos y otros procesos cristalizaron en el inicio de la vida urbana (ciudades muy superiores en tamaño y diferentes en función a las aldeas neolíticas), la aparición del poder político (palacios, reyes), de las religiones organizadas (templos, sacerdotes), una compleja estratificación social, esfuerzos colectivos de gran envergadura que exigen prestaciones de trabajo obligatorio e impuestos, y el comercio de larga distancia (todo lo que se ha venido en llamar Revolución urbana);2 nivel de desarrollo social que por primera vez se alcanzó en la Sumeria del IV milenio a. C., espacio propicio para la constitución de las primeras ciudades-estado competitivas a partir del sustrato neolítico que llevaba ya cuatro milenios desarrollándose en el Creciente fértil.3 A partir de ellas, y de sucesivos contactos (tanto pacíficos como invasiones) de pueblos vecinos (culturas sedentario-agrícolas o nómada-ganaderas que se nombran tradicionalmente con términos de validez cuestionada, más propios de familias lingüísticas que de razas humanas: semitas, camitas, indoeuropeos, etc.), se fueron conformando los primeros estados de gran extensión territorial, hasta alcanzar el tamaño de imperios multinacionales.

Procesos similares tuvieron lugar en diversos momentos según el área geográfica (sucesivamente Mesopotamia, el valle del Nilo, el subcontinente indio, China, la cuenca del Mediterráneo, la América precolombina y el resto de Europa, Asia y África); en algunas zonas especialmente aisladas, algunos pueblos cazadores-recolectores actuales aún no habrían abandonado la prehistoria mientras que otros entraron violentamente en la edad moderna o contemporánea de la mano de las colonizaciones del siglo XVI al XIX

EDAD MEDIA


Periodo de la historia europea que transcurrió desde la desintegración del Imperio romano de Occidente, en el siglo V, hasta el siglo XV. No obstante, las fechas anteriores no han de ser tomadas como referencias fijas: nunca ha existido una brusca ruptura en el desarrollo cultural del continente. Parece que el término lo empleó por vez primera el historiador Flavio Biondo de Forli, en su obra Historiarum ab inclinatione romanorun imperii decades (Décadas de historia desde la decadencia del Imperio romano), publicada en 1438 aunque fue escrita treinta años antes. El término implicó en su origen una parálisis del progreso, considerando que la edad media fue un periodo de estancamiento cultural, ubicado cronológicamente entre la gloria de la antigüedad clásica y el renacimiento. La investigación actual tiende, no obstante, a reconocer este periodo como uno más de los que constituyen la evolución histórica europea, con sus propios procesos críticos y de desarrollo. Se divide generalmente la edad media en tres épocas.
Inicios de la edad media
Ningún evento concreto determina el fin de la antigüedad y el inicio de la edad media: ni el saqueo de Roma por los godos dirigidos por Alarico I en el 410, ni el derrocamiento de Rómulo Augústulo (último emperador romano de Occidente) fueron sucesos que sus contemporáneos consideraran iniciadores de una nueva época.La culminación a finales del siglo V de una serie de procesos de larga duración, entre ellos la grave dislocación económica y las invasiones y asentamiento de los pueblos germanos en el Imperio romano, hizo cambiar la faz de Europa. Durante los siguientes 300 años Europa occidental mantuvo una cultura primitiva aunque instalada sobre la compleja y elaborada cultura del Imperio romano, que nunca llegó a perderse u olvidarse por completo.

LA EDAD MODERNA


es la tercera de las etapas en la que se divide tradicionalmente en Occidente la Historia Universal, desde Cristóbal Celarius. En esa perspectiva, la Edad Moderna sería el periodo en que triunfan los valores de la modernidad (el progreso, la comunicación, la razón) frente al periodo anterior, la Edad Media, que el tópico identifica con una Edad Oscura o paréntesis de atraso, aislamiento y oscurantismo. El espíritu de la Edad Moderna buscaría su referente en un pasado anterior, la Edad Antigua identificada como Época Clásica.
Desde una perspectiva más global, la Edad Moderna marcó el momento de la integración de dos mundos humanos que habían permanecido completamente aislados durante más de 20.000 años: América, el Nuevo Mundo, y Eurasia y África, el Viejo Mundo. Cuando se descubra el continente australiano se hablará de Novísimo Mundo.
El paso del tiempo ha ido alejando de tal modo esta época de la presente que suele añadirse una cuarta edad, la Edad Contemporánea, que aunque no sólo no se aparte, sino que intensifica extraordinariamente la tendencia a la modernización, lo hace con características sensiblemente diferentes, fundamentalmente porque significa el momento de triunfo y desarrollo espectacular de las fuerzas económicas y sociales que durante la Edad Moderna se iban gestando lentamente: el capitalismo y la burguesía; y las entidades políticas que lo hacen de forma paralela: la nación y el Estado.

La disciplina historiográfica que la estudia se denomina Historia Moderna, y sus historiadores, "modernistas" (aunque no deben confundirse con los seguidores del modernismo, estilo artístico y literario, y movimiento religioso, de finales del siglo XIX y comienzos del siglo XX).

EDAD CONTEMPORÁNEA


Es el nombre con el que se designa el periodo histórico comprendido entre la Revolución francesa y la actualidad. Comprende un total de 220 años, entre 1789 y el presente. La humanidad experimentó una transición demográfica, concluida para las sociedades más avanzadas (el llamado primer mundo) y aún en curso para la mayor parte (los países subdesarrollados y los recientemente industrializados), que ha llevado su crecimiento más allá de los límites que le imponía históricamente la naturaleza, consiguiendo la generalización del consumo de todo tipo de productos, servicios y recursos naturales que han elevado para una gran parte de los seres humanos su nivel de vida de una forma antes insospechada, pero que han agudizado las desigualdades sociales y espaciales y dejan planteando para el futuro próximo graves incertidumbres medioambientales.
Los acontecimientos de esta época se han visto marcados por transformaciones aceleradas en la economía, la sociedad y la tecnología que han merecido el nombre de Revolución Industrial, al tiempo que se destruía la sociedad preindustrial y se construía una sociedad de clases presidida por una burguesía que contempló el declive de sus antagonistas tradicionales: los privilegiados y el nacimiento y desarrollo de uno nuevo: el movimiento obrero, en nombre del cual se plantearon distintas alternativas al capitalismo. Más espectaculares fueron incluso las transformaciones políticas e ideológicas (Revolución liberal, nacionalismo, totalitarismos); así como las mutaciones del mapa político mundial y las mayores guerras conocidas por la humanidad.

La ciencia y la cultura entran en un periodo de extraordinario desarrollo y fecundidad; mientras que el arte y la literatura, liberados por el romanticismo de las sujecciones académicas y abiertos a un público y un mercado cada vez más amplios; se han visto sometidos al impacto de los nuevos medios de comunicación de masas, escritos y audiovisuales, lo que les provocó una verdadera crisis de identidad que comienza con el impresionismo y las vanguardias y aún no se ha superado.

MUNDO ACTUAL



Historia del mundo actual o historia inmediatason etiquetas historiográficas utilizadas para periodizar el segmento más actual de la Edad Contemporánea, y que pueden referirse al mundo posterior a la caída del muro de Berlín (1989) y la desaparición del bloque comunista ligado a la Unión Soviética, o al posterior a los atentados del 11-S (véase Edad Contemporánea#El 11-S y el mundo actual), aunque en su origen se acuñó para designar al mundo posterior a la Segunda Guerra Mundial (1945). Otra denominación estrechamente vinculada es la de historia del tiempo presente.
La denominación Historia del Mundo Actual da nombre a algunas asignaturas universitarias.1 Historia inmediata es un término también comúnmente utilizado,2 y que se aplica preferentemente para referirse a la más reciente actualidad, con lo que su objeto está en permanente construcción.


La diferencia con el periodismo, que se ocupa también de la narracción de la actualidad consiste en la aplicación de la metodología propia de la ciencia histórica. El problema de la objetividad es el que más fácilmente puede afectar al historiador de la historia inmediata; aunque tampoco ocurre que para épocas más pretéritas se consiga totalmente, a pesar de que para ellas debiera operar la perspectiva y la lejanía de intereses que da el paso del tiempo. Eric Hobsbawm argumenta que el historiador mantiene una relación muy personal incluso con el periodo no vivido directamente por él, pero que ha vivido de forma intermediada, influido por su familia u otros testimonios (lo que denomina zona de sombra).3 Para periodos más lejanos en el tiempo, la identificación con una religión, una nación, una civilización o cualquier otro rasgo (que, aunque carezca de validez para el presente, puede ser incluso adoptado por el historiador) operaría en el mismo sentido.